¿Cómo empieza el VPH en una mujer? Síntomas y tratamiento que debería seguir

¿Cómo empieza el VPH en una mujer? Síntomas y tratamiento que debería seguir

El virus del papiloma humano (VPH) es una infección común que afecta tanto a la piel como a las mucosas, con más de 200 tipos identificados. Aproximadamente 40 de estos tipos afectan a los genitales y se transmiten principalmente a través del contacto sexual.

Estetipo de virus se dividen en dos categorías: de bajo riesgo, que causan verrugas genitales, y de alto riesgo, que pueden generar cánceres como el de cuello uterino, ano, pene y garganta.

La mayoría de las infecciones desaparecen sin causar complicaciones, pero algunas pueden persistir y desencadenar cambios celulares que llevan a cáncer si no se tratan.

Estas infecciones son muy comunes entre personas sexualmente activas, y la falta de síntomas hace que el diagnóstico sea difícil en muchos casos, aunque las verrugas genitales pueden ser visibles.

El diagnóstico se realiza mediante la observación clínica y pruebas específicas como el Papanicolaou (Pap) y pruebas para detectar alteraciones en el cuello uterino en mujeres. El tratamiento de las verrugas incluye medicamentos tópicos y procedimientos quirúrgicos. Para los casos graves, como el cáncer, se emplean técnicas como cirugía, radioterapia y quimioterapia.

La prevención de este virus se basa principalmente en la vacunación, que es más efectiva cuando se administra antes de la exposición al virus. El uso correcto de condones también ayuda a reducir el riesgo de transmisión, aunque no lo elimina por completo. Conocer los métodos de prevención, diagnóstico y tratamiento es clave para controlar el VPH y sus riesgos asociados.

Tipos de VPH y riesgos asociados

Los tipos se dividen en dos categorías: de bajo riesgo y de alto riesgo.

  • VPH de bajo riesgo: estos tipos pueden causar verrugas en la piel, genitales, ano o garganta, pero generalmente no están asociados con cáncer.
  • VPH de alto riesgo: estos tipos son los más peligrosos, ya que pueden llevar al desarrollo de cánceres, especialmente el cáncer de cuello uterino, vulva, vagina, pene, ano, y en algunos casos, cáncer oral o de garganta.

Es importante saber que la mayoría de las infecciones por VPH desaparecen por sí solas gracias al sistema inmunológico, sin causar mayores complicaciones. Sin embargo, si la infección persiste durante años, puede provocar cambios celulares que, con el tiempo, pueden derivar en cáncer.

¿Quién está en riesgo de contraer infección?

Las infecciones por VPH son extremadamente comunes. Casi todas las personas sexualmente activas se contagian de alguna cepa de VPH poco después de comenzar su vida sexual. Sin embargo, el riesgo puede disminuir con prácticas de prevención, como el uso de preservativos o la vacunación.

¿Cuáles son los síntomas?

La mayoría de las infecciones por VPH no presentan síntomas. Las personas con VPH de bajo riesgo pueden desarrollar verrugas en los genitales, el ano, la boca o la garganta, que son fáciles de identificar. Sin embargo, las infecciones de alto riesgo generalmente no causan síntomas visibles hasta que los cambios celulares se convierten en un problema mayor, como el cáncer.

¿Cómo se diagnostican las infecciones?

El diagnóstico de las infecciones por VPH puede realizarse de diversas maneras:

  • Verrugas genitales: los profesionales de la salud generalmente pueden diagnosticar el VPH por la apariencia de las verrugas.
  • Pruebas de Papanicolaou y VPH: en las mujeres, el examen de Papanicolaou (Pap) puede detectar cambios celulares en el cuello uterino causados por el VPH. Si es necesario, también se puede realizar una prueba de VPH para identificar si el virus está presente.

Tratamientos

Actualmente, no existe una cura para la infección por VPH en sí, pero sí existen tratamientos para los síntomas y los problemas derivados de la infección:

  • Verrugas genitales: se pueden tratar con medicamentos tópicos, crioterapia (congelación), o eliminación quirúrgica.
  • Cáncer relacionado con VPH: en casos donde el VPH ha causado cambios celulares graves que llevan al cáncer, el tratamiento incluye cirugía, radioterapia y quimioterapia.

Prevención

La mejor manera de prevenir el VPH es mediante la vacunación. La vacuna contra el VPH protege contra los tipos más comunes de VPH, incluidos aquellos que causan cáncer. Es más eficaz si se administra antes de que la persona inicie su actividad sexual.

Además, el uso correcto y consistente de condones de látex puede reducir significativamente el riesgo de transmisión, aunque no elimina el riesgo por completo, ya que el VPH puede infectar áreas no cubiertas por el condón.