Durante años, se ha propagado la idea de que las maletas escolares tradicionales —aquellas que se cargan a la espalda sin ruedas— son una de las principales causas del dolor de espalda en los niños. Sin embargo, cada vez más especialistas cuestionan esta creencia y señalan que el problema no radica en la mochila, sino en otros factores, como el sedentarismo y la hiperprotección infantil.
Jorge Alvarado, fisioterapeuta e investigador de la Universidad de Salamanca, lo explica en el portal Cuidate Plus con claridad: “No debemos fragilizar a los menores”. Según afirma, impedir que los niños lleven peso moderado en sus mochilas contribuye a que no desarrollen adecuadamente su musculatura. “Si le pones una mochila con ruedas y, además, el niño se mueve menos por culpa de la tecnología, se convierte en más sedentario, y no va a fortalecer su cuerpo”, añade.
En lugar de considerar las mochilas como enemigas, Alvarado propone verlas como una herramienta útil para el desarrollo físico. De hecho, advierte que el verdadero problema no es la carga de la mochila, sino el tiempo que los niños pasan inactivos, especialmente frente a las pantallas. “Un niño que antes llevaba su mochila cargada estaba fuerte porque fortalecía su musculatura”, recuerda.
¿Las maletas escolares con ruedas una mejor alternativa?
Según el experto, no necesariamente. Aunque suelen presentarse como una solución ergonómica, la evidencia no las respalda del todo. “Hay estudios que demuestran que el uso de mochilas con ruedas no ha reducido los dolores de espalda en los niños, incluso en algunos casos los ha incrementado”, afirma Alvarado.
El fisioterapeuta también advierte sobre los riesgos biomecánicos asociados al mal uso de las mochilas con ruedas. Tirar de ellas con una sola mano puede provocar una torsión en la columna vertebral que, a largo plazo, también causa molestias. Lo más recomendable sería empujarla hacia adelante, como se hace con un carrito de la compra. Sin embargo, este tipo de maniobras no siempre son posibles en el entorno escolar.
Desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla y León (CPFCyL), institución a la que Alvarado hace referencia, se viene trabajando activamente en campañas informativas y formativas dirigidas a la comunidad educativa. Cada inicio de curso, el CPFCyL recuerda la importancia de promover un enfoque equilibrado que incluya actividad física regular, sentido común en la elección de mochilas y una correcta ergonomía en el aula.
En definitiva, el debate sobre las maletas escolares no debería centrarse solo en el tipo de mochila, sino en el estilo de vida general de los niños. Protegerlos en exceso, evitar que lleven peso o permitir largos periodos de sedentarismo puede resultar contraproducente para su desarrollo físico.
Como concluye Alvarado: “Lo que tienen que hacer los niños es aguantar ese peso moderado. No van a tener problemas por llevar la mochila un rato, pero sí por pasarse ocho horas delante del ordenador todos los días”.