Por primera vez, América Latina fue sede de la Conferencia Internacional de Planificación Familiar. Marta Royo, directora de Profamilia, cuenta a Signos Vitales cómo Colombia asumió este rol histórico, los logros alcanzados y los retos para seguir fortaleciendo los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y jóvenes desde la innovación, la educación y la participación activa.
¿Qué significa para Profamilia y para Colombia ser anfitriones de la Conferencia Internacional de Planificación Familiar por primera vez en América Latina?
Ser anfitriones de la Conferencia Internacional de Planificación Familiar (ICFP) por primera vez en América Latina es un reconocimiento profundo al liderazgo de Colombia en la defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos, y un hito histórico para Profamilia en el marco de sus 60 años de trabajo. Esta conferencia ha logrado lo que nos propusimos: reunir a expertos científicos, médicos, académicos, representantes de gobiernos, sociedad civil y agencias de cooperación internacional, en un mismo espacio para reflexionar, debatir y construir una agenda global común en torno a estos derechos.
Durante el evento pudimos visibilizar los avances que ha logrado Colombia a través de sus políticas públicas, marcos legales e innovaciones en el acceso a la salud sexual y reproductiva, así como el papel que ha jugado Profamilia como actor clave en este recorrido. La participación de más de 120 países y la presencia histórica de más de 600 jóvenes líderes marcaron un punto de inflexión, pues no solo se trató de hablar de derechos, sino de imaginar cómo seguir defendiéndolos y ampliándolos en contextos cada vez más desafiantes. Sin duda, la ICFP 2025 superó nuestras expectativas y demostró que América Latina no solo está lista para liderar, sino también para inspirar.
¿Cuáles son los principales objetivos que Profamilia se ha propuesto alcanzar con la realización de la ICFP 2025 en Bogotá?
Desde el inicio nos propusimos tres grandes metas: primero, compartir los avances de Colombia y de Profamilia en estos 60 años en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos. Creemos firmemente que estas experiencias pueden servir como ejemplo para otros países que buscan adaptar modelos exitosos a sus contextos.
En segundo lugar, quisimos fortalecer el aprendizaje y la conexión entre equipos. Más de 100 personas de Profamilia participaron activamente en conferencias y plenarias, lo que permitió compartir conocimientos, desafíos y soluciones, y reforzar nuestro compromiso institucional.
Y, por último, queríamos mostrarle al mundo quiénes somos como país: la calidez de nuestra gente, nuestra capacidad de organización y el compromiso real con los derechos. Sentimos que Bogotá dejó una gran impresión, y que logramos todo lo que nos propusimos.
Uno de los ejes de la conferencia es poner en el centro a las juventudes y a las mujeres ¿Cómo se garantizará su participación en los espacios de diálogo?
Para Profamilia, y para Colombia, la participación de las juventudes no es opcional, es esencial. Estamos convencidos de que construir políticas sostenibles y justas pasa por escuchar activamente a las y los jóvenes, entender su diversidad, su lenguaje, sus prioridades, y transformar esas voces en acción. La ICFP 2025 fue una plataforma para que liderazgos juveniles locales y globales ocuparan el lugar que les corresponde, en el centro del debate.
Del mismo modo, reafirmamos nuestro compromiso con los derechos de las mujeres, en especial con su autonomía reproductiva. Queremos que ninguna niña, adolescente o mujer vea limitado su derecho a decidir sobre su cuerpo y su proyecto de vida, por lo que acompañarlas en ese camino es parte de nuestra razón de ser, y seguiremos impulsando las condiciones para que puedan decidir con libertad, acceso y dignidad.
¿De qué manera se informa consistentemente al país sobre métodos de planificación y cómo acercar a las personas para que se informen del tema?
En Profamilia trabajamos para que la información sobre planificación familiar sea clara, accesible y relevante para las distintas realidades del país. Lo hacemos a través de una estrategia integral que combina campañas educativas, canales digitales, teleorientación, unidades móviles y brigadas comunitarias, llevando contenido confiable sobre los métodos anticonceptivos y su uso seguro, incluso en zonas remotas.
Un ejemplo exitoso es la Línea Zona Joven, un canal diseñado especialmente para adolescentes y jóvenes, que mezcla atención personalizada con herramientas de inteligencia artificial, ofreciendo orientación cercana, respetuosa y confidencial. Gracias a esta innovación, pasamos de atender 6.500 personas en 2022 a más de 74.000 en 2024. Eso demuestra que cuando se crean espacios seguros y adaptados a sus necesidades, las personas buscan información, confían y toman decisiones informadas.
Nuestro objetivo es que cada persona cuente con las herramientas necesarias para elegir, sin miedo ni desinformación, el método que mejor se ajuste a su proyecto de vida. La Educación Integral en Sexualidad (EIS) es nuestra mejor aliada para promover elecciones libres, responsables y con base en evidencia.
