La arritmia cardíaca es una alteración en el ritmo del corazón que puede pasar desapercibida o causar complicaciones graves. Dependiendo de su tipo, puede presentar palpitaciones, mareo o incluso desmayos. En este artículo, respaldado por fuentes médicas especializadas como la Clínica Mayo, MedlinePlus y la Sociedad Europea de Cardiología, le explicamos en detalle qué la causa, cómo se detecta y cuáles son los tratamientos más efectivos disponibles actualmente.
Esta alteración en la frecuencia o el ritmo de los latidos del corazón. Puede manifestarse como latidos demasiado rápidos (taquicardia), demasiado lentos (bradicardia) o irregulares. Estas anomalías pueden afectar la capacidad del corazón para bombear sangre de manera eficiente al resto del cuerpo.
¿Qué le puede causar una arritmia cardiaca?
Las arritmias pueden ser provocadas por diversas condiciones y factores, entre ellos:
- Enfermedades como la cardiopatía coronaria o insuficiencia de la misma.
- Desequilibrios electrolíticos, especialmente de potasio, calcio o magnesio.
- Hipertiroidismo o hipotiroidismo.
- Consumo excesivo de alcohol, cafeína o drogas estimulantes.
- Estrés emocional intenso o ansiedad.
- Uso de ciertos medicamentos.
- Enfermedades pulmonares o infecciones.
¿Cómo se puede detectar una arritmia cardíaca?
Algunas arritmias pueden ser asintomáticas, pero otras presentan síntomas como:
- Palpitaciones o sensación de aleteo en el pecho.
- Mareos o desmayos.
- Dificultad para respirar.
- Dolor en el pecho.
- Fatiga o debilidad
¿Cómo se diagnostica la arritmia cardíaca?
El diagnóstico de una arritmia se realiza mediante evaluaciones como:
- Electrocardiograma (ECG) para registrar la actividad eléctrica del corazón.
- Monitoreo Holter, que registra el ritmo cardíaco durante 24 horas o más.
- Pruebas de esfuerzo para observar el comportamiento del corazón durante la actividad física.
- Estudios electrofisiológicos para identificar el origen de la arritmia.
¿Qué tratamiento es bueno para la arritmia cardíaca?
El tratamiento depende del tipo y la gravedad de la arritmia:
- Medicamentos antiarrítmicos para controlar el ritmo cardíaco.
- Marcapasos para regular los latidos en casos de bradicardia.
- Desfibriladores implantables para prevenir arritmias peligrosas.
- Ablación por catéter para eliminar áreas del corazón que causan arritmias.
- Cambios en el estilo de vida, como reducir el consumo de cafeína y alcohol, y manejar el estrés.
Es fundamental consultar a un profesional de la salud ante cualquier síntoma sospechoso, ya que algunas arritmias pueden aumentar el riesgo de complicaciones graves, como accidentes cerebrovasculares o insuficiencia cardíaca.
