En Colombia, el cáncer de próstata es el tipo más diagnosticado en hombres y representa la segunda causa de muerte por cáncer masculino. De acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología (INC) y Globocan 2020, cada año se reportan cerca de 13.700 nuevos casos y más de 3.800 muertes.
Aunque tradicionalmente se consideraba una enfermedad de hombres mayores, los médicos están notando un incremento preocupante en pacientes menores de 50 años, una tendencia que ha encendido las alarmas del sector salud.
Nuevos factores de riesgo en hombres jóvenes
El doctor Juan Felipe Ortiz, urólogo especializado, explica que el aumento de casos en hombres jóvenes no se debe únicamente a mejores herramientas de diagnóstico como el PSA (antígeno prostático específico), sino también a cambios significativos en el estilo de vida moderno.
“El sedentarismo, la obesidad, las dietas altas en carnes procesadas y grasas saturadas están dañando la salud prostática desde edades más tempranas”, indica Ortiz.
Otros factores de riesgo observados en pacientes jóvenes incluyen:
- Antecedentes familiares de cáncer de próstata.
- Consumo de esteroides anabólicos sin supervisión médica.
- Exposición a sustancias químicas como pesticidas o plásticos con BPA.
- Niveles altos de estrés.
- Suplementos hormonales no regulados
Aunque todavía se requieren más estudios para establecer una relación directa con algunos de estos elementos, los patrones se repiten en los consultorios.
Síntomas ignorados y diagnósticos tardíos
Uno de los problemas más comunes es la desinformación. Muchos hombres jóvenes descartan señales de alerta como dificultad para orinar, dolor pélvico o eyaculación dolorosa, creyendo que son molestias pasajeras.
“En pacientes jóvenes, el cáncer puede ser más agresivo, sobre todo si existen mutaciones genéticas como el BRCA. Por eso es clave no minimizar los síntomas”, señala Ortiz.
Suplementos hormonales, un riesgo latente
El uso de suplementos hormonales en gimnasios preocupa a los especialistas. Aunque aún no hay evidencia concluyente, modificar artificialmente los niveles de testosterona podría tener consecuencias a largo plazo en la salud prostática.
“Es urgente regular estas prácticas y concientizar a los jóvenes sobre sus posibles efectos secundarios”, afirma el médico.
¿Qué se recomienda ante esta nueva realidad?
Actualmente, las guías médicas sugieren iniciar los controles con PSA a los 50 años, o a los 40-45 si hay antecedentes familiares o factores de riesgo. Sin embargo, frente al aumento de casos en jóvenes, Ortiz propone una revisión de estos criterios.
“Debemos considerar comenzar chequeos a partir de los 40 años para todos los hombres, no solo para quienes tienen antecedentes familiares”, enfatiza.
También propone:
- Campañas de prevención dirigidas a jóvenes.
- Mayor educación sobre síntomas en redes sociales.
- Capacitación médica para no descartar síntomas por la edad.
Conclusión: la clave está en la detección temprana
El cáncer de próstata ya no es exclusivo de los adultos mayores. La combinación de malos hábitos, factores genéticos y falta de conciencia está afectando a hombres cada vez más jóvenes. “La detección temprana salva vidas, sin importar la edad”, concluye el doctor Ortiz.
La invitación es clara: consultar a tiempo, mantenerse informado y adoptar un estilo de vida saludable puede marcar la diferencia. La salud masculina debe dejar de ser un tabú y convertirse en una prioridad desde la juventud.
