En el marco del Día Internacional de la Salud Femenina, es fundamental destacar la necesidad de un enfoque integral que garantice el acceso equitativo a servicios médicos de calidad, promueva la prevención y fomente el autocuidado en cada etapa de la vida de las mujeres colombianas.
La salud femenina va mucho más allá de la atención de enfermedades. Implica brindar herramientas para la toma de decisiones informadas, detectar a tiempo afecciones que comprometen la calidad de vida y acompañar a niñas, adolescentes y mujeres adultas en su desarrollo físico, emocional y social.
Principales condiciones que afectan a las mujeres colombianas
A pesar de los avances, persisten desafíos significativos en tres áreas clave:
- Cáncer de cuello uterino y de mama: son los tipos de cáncer más frecuentes en mujeres del país. De acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología, cada año se reportan más de 15.500 casos nuevos de cáncer de mama y más de 27.000 casos prevalentes de cáncer de cuello uterino. La detección temprana mediante mamografías y citologías continúa siendo la mejor herramienta para reducir la mortalidad.
- Trastornos hormonales y ginecológicos: enfermedades como el síndrome de ovario poliquístico, la endometriosis o los trastornos del suelo pélvico afectan la vida cotidiana de muchas mujeres, pero pueden ser manejadas con diagnóstico oportuno y seguimiento especializado.
- Salud mental: las mujeres presentan mayores tasas de ansiedad y depresión, influenciadas por factores económicos, sociales y familiares. Incorporar el bienestar emocional como parte del cuidado integral es una necesidad urgente.
“Cuando fortalecemos la prevención y mejoramos el acceso a servicios de salud, no solo evitamos complicaciones médicas, sino que contribuimos a que las mujeres se sientan acompañadas, informadas y protegidas”, afirma Javier Correa, gerente de Atención Primaria de Zentria.
Salud menstrual: base del bienestar femenino
El bienestar femenino comienza en la infancia. Sin embargo, 1 de cada 4 niñas y adolescentes en Colombia no tiene acceso regular a productos de higiene menstrual, situación que afecta su salud y permanencia escolar. Además, el 15,1 % de las mujeres ha tenido dificultades económicas para adquirirlos, según el DANE.
Zentria ha incorporado la salud menstrual como eje esencial de sus programas, con estrategias como educación comunitaria, consejería en salud sexual y detección temprana de trastornos menstruales.
Un modelo integral que transforma vidas
Mediante unidades móviles, jornadas de tamizaje, talleres de autocuidado y apoyo psicosocial, Zentria ha llevado servicios de salud a comunidades rurales y apartadas en departamentos como Bolívar, La Guajira, Magdalena, Cesar y Boyacá.
“El bienestar de las mujeres se construye desde el acceso a la información, la atención cercana y la promoción de hábitos saludables”, concluye Javier Correa.
