Colombia ha logrado avances importantes en salud en la última década, según el informe ‘Panorama de la Salud 2025’ de la OCDE. La esperanza de vida promedio alcanza los 77,5 años, tres años y medio menos que el promedio de los países miembros, pero se destaca un crecimiento de 3,2 años en los últimos diez años, solo superado por Lituania y Corea.
Sin embargo, estos logros esconden desafíos significativos. La tasa de mortalidad evitable en Colombia es una de las más altas: más de 400 muertes por cada 100.000 habitantes, un reflejo del difícil periodo de 2020-2022, marcado por las olas de COVID-19 Delta y Mu, cuando muchos otros países ya habían implementado vacunación masiva.
En términos de cobertura, Colombia asegura servicios de salud básicos a casi toda la población (99 %). Sin embargo, la satisfacción ciudadana con el sistema sigue siendo muy baja: solo 46 % de los colombianos considera adecuada la disponibilidad de atención médica, frente a más del 80 % en Suiza. Esto evidencia que, aunque la cobertura es amplia, la calidad deja mucho que desear.
Uno de los factores clave es la inversión en salud. Colombia destina 1.877 dólares por persona al año, muy por debajo del promedio OCDE de casi 6.000 dólares. Si se mide como porcentaje del PIB, el gasto es 8,1 %, inferior al promedio del 9,3 %. La escasez de recursos también se refleja en la infraestructura y el talento humano: hay apenas 2,5 médicos y 1,6 enfermeras por cada mil habitantes, frente a 3,9 y 9 respectivamente en la OCDE. Las camas hospitalarias son 1,9 por cada mil habitantes, y el país cuenta con solo 6 equipos de TAC, resonancia o PET por millón de personas, comparado con 51 en promedio.
A pesar de estas limitaciones, los colombianos reportan una percepción positiva de su salud, con solo 1,3 % en estado “malo” o “muy malo”, el porcentaje más bajo de la OCDE. Entre los factores de riesgo, Colombia registra menores tasas de tabaquismo (9,8 %) y consumo de alcohol (4,2 litros por persona), pero el sedentarismo afecta al 35 % de los adultos, y la contaminación del aire sigue siendo un desafío. La vacunación infantil alcanza al 89 % de los niños de un año con el esquema DTP, por debajo del promedio de la OCDE.
En síntesis, Colombia ha logrado mejorar la esperanza de vida y controlar ciertos riesgos, pero aún enfrenta bajas inversiones, escasez de personal y brechas tecnológicas que limitan la calidad de la atención. El país demuestra que asegurar cobertura universal no garantiza, por sí sola, un sistema de salud eficiente y satisfactorio para todos sus ciudadanos.
