Diabetes tipo 2 y riñones: claves para prevenir la enfermedad renal

Cuidar los riñones es vital: el llamado urgente para quienes viven con diabetes tipo 2

En Colombia y en el mundo, la enfermedad renal crónica (ERC) se está convirtiendo en una de las principales complicaciones de salud para las personas con diabetes tipo 2. Se estima que hasta el 40 % de estos pacientes desarrollarán esta condición, la cual avanza de forma silenciosa y muchas veces solo se detecta cuando el daño en los riñones es irreversible.

La enfermedad renal crónica afecta a 1 de cada 2 personas con diabetes tipo 2 y es una de las principales causas de diálisis y trasplante en Colombia. Frente a este panorama, la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno se convierten en pilares fundamentales para evitar que la ERC progrese hacia estados más graves, como la necesidad de diálisis o trasplante.

La ERC representa una carga significativa para el sistema de salud colombiano. En 2023, más de un millón de personas fueron diagnosticadas con esta enfermedad, y su prevalencia aumentó un 25 % respecto al año anterior. Esta tendencia, además de afectar la calidad de vida de los pacientes, incrementa los costos para el sistema de salud, posicionando a la ERC como una prioridad en salud pública.

Diversos estudios han revelado la estrecha relación entre diabetes tipo 2 y enfermedad renal crónica. Una investigación hecha por Ipsos y la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión (SLANH) evidenció que entre el 30 % y el 50 % de los pacientes diabéticos ya presenta algún grado de deterioro renal. Sin embargo, hasta el 80 % de ellos no recibe un diagnóstico en etapas tempranas, lo cual limita su acceso a tratamientos eficaces que podrían frenar el avance de la enfermedad.

“Los pacientes diabéticos deben ser conscientes del riesgo elevado que tienen de padecer enfermedad renal crónica. No se pueden normalizar los síntomas ni minimizar señales de alerta. Ante cualquier cambio es fundamental acudir al médico”, señaló Jorge García, fundador de la Fundación Retorno Vital.

El daño renal suele comenzar cuando los niveles elevados de glucosa en sangre afectan los pequeños vasos del riñón. En las primeras etapas, la ERC puede no mostrar síntomas, pero con el tiempo surgen signos como fatiga, vómitos, pérdida de apetito, hinchazón o alteraciones en la orina. De ahí la importancia de h controles médicos periódicos y pruebas de función renal, al menos una vez al año.

Silvia Rey, asesora médica de una de las farmacéuticas, advierte que solo el 10 % de los pacientes con ERC recibe tratamiento adecuado, debido a la falta de síntomas, desconocimiento del riesgo y ausencia de una atención médica integral.

Prevenir la ERC en personas con diabetes implica adoptar hábitos saludables como mantener un peso adecuado, controlar la glucosa, seguir una dieta equilibrada, evitar el alcohol y el tabaco, hacer ejercicio regular y asistir a controles médicos frecuentes. Este enfoque de autocuidado no solo mejora la calidad de vida, sino que puede reducir en un 50 % el riesgo de progresión hacia la insuficiencia renal.

El llamado es claro: vigilar la salud renal debe ser una prioridad para las personas con diabetes. Con conciencia, educación y acompañamiento médico, es posible frenar a tiempo esta enfermedad silenciosa y evitar desenlaces graves que comprometen la vida.