Cada 31 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus aliados conmemoran el día mundial sin tabaco, una fecha clave para sensibilizar sobre los peligros del consumo del cigarrillo y promover políticas públicas que reduzcan su uso en todo el mundo.
A pesar de los esfuerzos globales, el tabaco continúa siendo la principal causa evitable de muerte. Se estima que mata a más de 8 millones de personas cada año, de las cuales 7 millones son fumadores activos y cerca de 1 millón son fumadores pasivos, es decir, personas expuestas involuntariamente al humo ajeno. Solo en las Américas, el tabaco cobra alrededor de 1 millón de vidas anuales.
Actualmente, existen más de 1.300 millones de consumidores de productos de tabaco en el planeta, lo que refleja que, aunque ha habido avances, el desafío sigue vigente y requiere de acciones sostenidas.
Beneficios de dejar de fumar: un cambio positivo inmediato
Según la OMS, abandonar el hábito de fumar trae beneficios inmediatos y a largo plazo. En solo 24 horas, mejora la oxigenación de la sangre y, en tres meses, se puede evidenciar una recuperación significativa de la función pulmonar. Además, a partir del primer año sin tabaco, se reduce drásticamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Pero los daños del tabaco van más allá de la salud humana. Cada año se desechan cerca de 4,5 billones de colillas de cigarrillo, convirtiéndose en una de las mayores fuentes de contaminación por plásticos en el mundo. Estas colillas liberan sustancias tóxicas en el suelo y los cuerpos de agua, afectando también al medio ambiente.
Alerta entre los jóvenes: vapeo y cigarrillos electrónicos en aumento
Una de las mayores preocupaciones actuales es el aumento del consumo de cigarrillos electrónicos y vapeadores entre adolescentes. Se calcula que 37 millones de jóvenes de entre 13 y 15 años consumen tabaco en alguna de sus formas. En algunos países, el uso de vapeadores ya supera al del cigarrillo tradicional en esta población.
En Colombia, la Encuesta Nacional de Sustancias Psicoactivas del DANE reveló que el 33,3 % de la población entre 12 y 65 años ha fumado alguna vez, y el 5 % ha probado vapeadores o cigarrillos electrónicos.
Vivian Bernal, médica especialista de Nueva EPS, advierte sobre los riesgos:
“Ningún producto derivado del tabaco, incluidos los cigarrillos electrónicos, es seguro. En los jóvenes, la nicotina afecta el desarrollo del cerebro, en especial las áreas relacionadas con el aprendizaje, la atención y el control de impulsos”.
La especialista también destaca que el vapeo se asocia con lesiones pulmonares graves, problemas cardiovasculares y afectaciones en la salud bucal, como caries, periodontitis e incluso posibles riesgos cancerígenos.
En este día mundial sin tabaco, la invitación es clara: dejar de fumar salva vidas, protege el entorno y mejora la calidad de vida. Nunca es tarde para comenzar.