Trastornos del sueño en mayores de 60: causas y soluciones

Dormir bien después de los 60: claves para enfrentar los trastornos del sueño

A partir de los 60 años, dormir bien puede convertirse en un desafío. Le explicamos por qué ocurre, cuáles son los trastornos del sueño más comunes y qué puede hacer para mejorar su descanso y cuidar su salud.

A medida que envejecemos, el sueño cambia. Para muchas personas mayores de 60 años, conciliar el sueño o mantenerse dormido se vuelve cada vez más difícil. Si le cuesta dormir, se despierta en la madrugada o siente fatiga durante el día, puede que esté enfrentando un trastorno del sueño que afecta mucho más que sus noches: también compromete su bienestar físico, mental y emocional.

Según la Organización Mundial de la Salud, el 40 % de la población sufre alteraciones del sueño, y los adultos mayores son uno de los grupos más afectados. Dormir bien no solo es una necesidad; es clave para mantener la memoria, la concentración, el sistema inmune y la salud metabólica.

Principales trastornos del sueño en adultos mayores:

  • Insomnio (temporal o crónico).
  • Apnea del sueño (ronquidos, somnolencia diurna, riesgo cardiovascular).
  • Síndrome de piernas inquietas.
  • Síndrome de fase avanzada del sueño.

Señales que no debe ignorar:

  1. Dificultad para conciliar el sueño.
  2. Despertares frecuentes.
  3. Irritabilidad o cambios de humor.
  4. Falta de concentración o problemas de memoria.
  5. Caídas o torpeza motora.

Consecuencias de no tratar los trastornos del sueño:

  • Mayor riesgo de infecciones y enfermedades crónicas.
  • Deterioro cognitivo y riesgo de Alzheimer.
  • Ansiedad, depresión y aislamiento social.
  • Dolor muscular y limitaciones en la movilidad.

¿Cuándo acudir al médico?

Si lleva varios días durmiendo mal, si siente constantemente cansado o nota cambios en su estado de ánimo o memoria, es momento de consultar a un especialista. Dormir mal no es una parte “normal” del envejecimiento y se puede tratar.

Consejos prácticos para mejorar su descanso:

  • Haga siestas cortas (20 a 40 minutos).
  • Evite cafeína y alcohol después de las 2 p. m.
  • Cene ligero y al menos 2 horas antes de dormir.
  • Desconéctese de pantallas una hora antes de acostarse.
  • Acondicione su habitación: sin ruido, oscura y fresca.