En mayo de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una nueva Guía sobre el uso de edulcorantes no nutritivos (ENN) que ha provocado gran repercusión en medios, profesionales de la salud y consumidores. Este documento pone sobre la mesa una pregunta clave: ¿conviene seguir utilizando edulcorantes o deberíamos alejarlos de nuestra dieta diaria?
¿Qué son los edulcorantes no nutritivos?
Los edulcorantes no nutritivos (ENN) son aditivos que se emplean para dar sabor dulce a los alimentos sin aportar calorías significativas. Están presentes no solo en infusiones, sino también en productos procesados como gaseosas, galletitas, postres y mermeladas, tanto regulares como dietéticos.
¿Qué dice la nueva guía de la OMS?
La OMS advierte que los edulcorantes no deberían utilizarse como estrategia para controlar el peso corporal ni para prevenir enfermedades crónicas no transmisibles como obesidad, diabetes tipo 2 o patologías cardiovasculares. Esta recomendación, sin embargo, es condicional, lo que significa que no es concluyente y está basada en estudios con bajo nivel de evidencia científica. La propia OMS reconoce que no hay certeza suficiente sobre si sus recomendaciones tendrán más beneficios que riesgos.
Es importante señalar que la guía no aplica a personas con diabetes, ya que el manejo de esta condición requiere lineamientos específicos fuera del alcance del documento.
¿Qué opinan las instituciones científicas de Argentina?
Diversas entidades como la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD) y la Asociación Argentina de Dietistas y Nutricionistas Dietistas (AADYND) coinciden en destacar que los edulcorantes, usados con moderación, son seguros y aprobados por organismos internacionales, los cuales revisan periódicamente su inocuidad y establecen una Ingesta Diaria Admisible (IDA).
Además, estudios clínicos a corto plazo y con buena calidad metodológica han mostrado que reemplazar el azúcar por ENN puede contribuir a una leve reducción de peso en adultos, siempre que este cambio se enmarque dentro de un estilo de vida saludable.
Lo que debemos tener en cuenta
Aunque hay estudios que asocian el uso de ENN con enfermedades crónicas, esta correlación no implica causalidad. Es decir, no hay pruebas contundentes de que los edulcorantes provoquen estas enfermedades. De hecho, podría darse un fenómeno de causalidad inversa: las personas con mayor riesgo metabólico son quienes más consumen ENN, y no al revés.
Además, los edulcorantes no deben considerarse una herramienta aislada para bajar de peso. Su uso debe formar parte de una estrategia más amplia que incluya alimentación equilibrada, actividad física, hidratación adecuada y buen descanso.
¿Edulcorante, azúcar o miel?
Ni el azúcar ni la miel son alternativas más saludables, ya que aportan “calorías vacías”: energía sin valor nutricional. Para quienes buscan perder peso o mejorar su salud metabólica, lo recomendable es limitar todos los tipos de azúcares simples, incluyendo los naturales.
Recomendaciones para reducir el consumo de dulces
Un reto clave para la salud es disminuir el umbral del sabor dulce en nuestra alimentación. Aquí algunas ideas para lograrlo:
- Reemplazar bebidas azucaradas o edulcoradas por agua saborizada con frutas naturales y hierbas (limón, jengibre, menta).
- Endulzar preparaciones con purés de frutas o dátiles.
- Usar extracto de vainilla, cáscara de cítricos o especias para aromatizar infusiones.
Conclusión
Los edulcorantes no nutritivos no son milagrosos, pero tampoco deben ser demonizados. Su uso moderado, dentro de una alimentación balanceada, puede ser una herramienta útil. Como siempre, lo ideal es priorizar alimentos frescos y naturales y consultar con un profesional de la salud para tomar decisiones informadas según cada caso.
Fuente: Organización Mundial de la Salud, Guía sobre el uso de edulcorantes no nutritivos, mayo 2023.
