Estudios clínicos de ginecología han revelado que una de cada tres mujeres experimenta alteraciones en su sueño durante el periodo menstrual. Estos trastornos están frecuentemente vinculados a la incomodidad física y, sobre todo, al temor de las filtraciones nocturnas, lo que puede hacer que las mujeres se despierten varias veces durante la noche para verificar si han manchado la cama.
La menstruación, además de los cambios hormonales que genera, afecta significativamente la calidad del sueño, lo que puede tener repercusiones en la salud física y emocional de las mujeres.
Según una publicación de la Revista Internacional de Ginecología y Obstetricia, el 36 % de las mujeres reportan alteraciones del sueño durante su fase menstrual, una cifra significativa que resalta cómo el ciclo menstrual puede influir en el descanso nocturno.
Esta interrupción del sueño no solo está relacionada con el dolor o malestar general que las mujeres experimentan durante esos días, sino que también se ve intensificada por la preocupación constante de las filtraciones nocturnas.
En este sentido, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos destaca que al menos una de cada cinco mujeres sufre de sangrados tan abundantes que se ven obligadas a levantarse durante la noche para cambiarse o tomar medidas adicionales para evitar manchar la cama.
El problema de las filtraciones nocturnas es una preocupación común, especialmente cuando se combina con los cambios hormonales que ocurren justo antes y durante el inicio de la menstruación.
Sara Cadavid, líder de marca de Uva Women, explica que la caída de la progesterona (una hormona clave que ayuda a relajarse y dormir profundamente) y el aumento de las prostaglandinas (responsables de los cólicos) son factores que contribuyen a las alteraciones en el flujo menstrual.
Estos cambios pueden resultar en “chorritos” o descargas más intensas, lo que aumenta el riesgo de filtraciones durante la noche. Además, el hecho de dormir en una posición horizontal favorece la acumulación de sangre, que al moverse o levantarse puede salir de golpe, sumado al desplazamiento de las toallas sanitarias o protectores durante el sueño.
Para evitar estos inconvenientes y mejorar la calidad del sueño, es fundamental contar con productos diseñados específicamente para la protección nocturna. Los productos de larga duración, como discos, copas menstruales y panties menstruales, se presentan como las mejores opciones para garantizar hasta 12 horas de protección continua.
Los discos y las copas menstruales, por ser internos, son ideales para flujos moderados a abundantes, ya que no se mueven mientras se duerme, lo que reduce el riesgo de filtraciones.
Por otro lado, los panties menstruales, cada vez más recomendados por su comodidad y eficacia, tienen un diseño que se ajusta perfectamente al cuerpo, cubriendo una mayor superficie y evitando que la sangre se escape si la intensidad del sangrado cambia o si se acumula durante la noche.
Cadavid explica que las mujeres con flujo abundante necesitan soluciones que les brinden tranquilidad tanto durante el día como durante la noche.
En Uva Women, han desarrollado productos con características innovadoras, como sus panties menstruales con tecnología 5D LeakBlock, que incorporan cinco capas de protección, siendo una de ellas a prueba de filtraciones. Además, estos panties son ultra delgados, sin costuras, lo que garantiza una mayor comodidad durante el sueño sin sacrificar la eficacia.
Aparte de elegir productos adecuados, también es importante adoptar hábitos que complementen la protección. Por ejemplo, ir al baño antes de acostarse para vaciar la vejiga y reducir la acumulación inicial de flujo es una práctica sencilla pero efectiva.
Mantener una rutina relajante antes de dormir, como tomar una ducha tibia o una infusión relajante, o practicar técnicas de respiración, puede ayudar a reducir la tensión abdominal y disminuir las contracciones que a menudo movilizan el flujo menstrual.
La clave, según Sara Cadavid, está en utilizar productos de alta calidad y seguridad. La protección adecuada no solo elimina la ansiedad que muchas mujeres sienten al temer las filtraciones, sino que también les permite descansar más profundamente y de forma más reparadora.
Esto no solo alivia el malestar físico relacionado con los cólicos y los cambios hormonales, sino que también mejora la calidad de vida al reducir la fatiga y el estrés generado por la preocupación constante por las filtraciones. Con la protección adecuada, las mujeres pueden dormir con confianza, lo que impacta directamente en su bienestar físico y emocional durante el ciclo menstrual.
