El uso del teléfono en el inodoro podría aumentar el riesgo de hemorroides, sugiere un estudio

El uso del teléfono en el inodoro podría aumentar el riesgo de hemorroides, sugiere un estudio

Un estudio reciente ha revelado una posible relación entre el uso de teléfonos inteligentes en el inodoro y un mayor riesgo de padecer hemorroides. Según los datos recopilados, los usuarios de estos dispositivos móviles tienden a pasar significativamente más tiempo en el inodoro que quienes no los utilizan, lo que se traduce en un 46 % más de riesgo de desarrollar esta afección.

Metodología del estudio de hemorroides

La investigación fue llevada a cabo por un grupo de especialistas del Centro Médico Beth Israel Deaconess en Boston, Estados Unidos, y se presentó el 5 de mayo de 2025 durante el congreso Digestive Disease Week (DDW). El equipo, liderado por la Dra. Trisha Satya Pasricha, hizo un estudio transversal en adultos que se sometieron a colonoscopias de cribado, lo que permitió una evaluación directa del estado del recto y la presencia de hemorroides.

A los participantes se les solicitó responder una encuesta estructurada que incluía preguntas sobre el uso del teléfono inteligente durante el tiempo en el inodoro, además de los cuestionarios Roma IV, diseñados para identificar trastornos gastrointestinales funcionales. También se recopilaron datos sobre otros hábitos relevantes, como el esfuerzo al defecar, la ingesta de fibra dietética y los niveles de actividad física, factores que también influyen en el desarrollo de hemorroides.

La presencia de hemorroides fue determinada mediante observación directa durante la colonoscopia, lo que otorgó objetividad y precisión al diagnóstico.

Principales hallazgos del estudio

De los 125 pacientes incluidos en el estudio, un 43 % presentaba hemorroides. En cuanto a los hábitos en el baño, un 66 % de los encuestados reconoció utilizar el teléfono inteligente mientras estaba en el inodoro. De ellos, el 93 % declaró hacerlo al menos una o dos veces por semana, y más de la mitad (55,4 %) afirmó utilizarlo la mayoría de las veces.

Uno de los hallazgos más llamativos fue que los usuarios de teléfonos inteligentes permanecían en el inodoro durante más tiempo. Específicamente, el 37,3 % de ellos pasaba más de seis minutos por sesión, en comparación con solo el 7,1 % de quienes no usaban el teléfono en ese contexto. Además, el 35 % de los usuarios consideraba que el uso del dispositivo los hacía permanecer más tiempo del necesario en el inodoro.

Este incremento en el tiempo se asoció con un aumento del 46 % en el riesgo de desarrollar hemorroides, incluso tras ajustar por variables como edad, sexo, índice de masa corporal, consumo de fibra y nivel de actividad física.

En cuanto a las actividades más frecuentes realizadas con el teléfono mientras se estaba en el inodoro, destacaron la lectura de noticias (54,3 %), el uso de redes sociales (44,4 %) y el envío de mensajes de texto o correos electrónicos (30,5 %).

Implicaciones clínicas y futuras investigaciones

Los investigadores advirtieron que el uso prolongado del teléfono inteligente en el inodoro podría estar vinculado a una mayor prevalencia de hemorroides, una condición común pero incómoda que puede impactar negativamente en la calidad de vida. Si bien este estudio no permite establecer una relación causal directa debido a su naturaleza observacional, los resultados sugieren una correlación preocupante que merece mayor atención.

“Es fundamental seguir investigando para comprender mejor esta posible asociación y explorar intervenciones conductuales que puedan ayudar a prevenir el desarrollo de hemorroides”, indicaron los autores del estudio.

Limitaciones del estudio sobre hemorroides

Entre las limitaciones reconocidas por los investigadores se encuentra la imposibilidad de determinar una relación de causa y efecto entre el uso del teléfono en el inodoro y las hemorroides. Además, no se exploraron los mecanismos fisiológicos exactos que podrían explicar esta asociación, por lo que se requiere más investigación para confirmar estos hallazgos y comprender los factores subyacentes.