Salud mental: una conversación puede marcar la diferencia

Escuchar con empatía: un acto vital frente a la crisis de salud mental en Colombia

En un mundo donde más de 1.000 millones de personas viven con algún tipo de trastorno mental y una de cada ocho necesita atención especializada, según la OMS, el simple acto de escuchar puede convertirse en una herramienta poderosa de cuidado. En Colombia, 6 de cada 10 personas han enfrentado problemas emocionales, y los jóvenes son los más afectados: el suicidio es la cuarta causa de muerte entre personas de 15 a 29 años.

Frente a esta realidad, cada palabra cuenta. La conversación empática —aquella que escucha sin juzgar— puede ser la diferencia entre el aislamiento y la contención emocional. El Día Mundial de la Salud Mental nos recuerda que cuidar la mente es tan urgente como cuidar el cuerpo.

¿Qué está pasando con la salud mental en Colombia?

El 66,3 % de los colombianos ha atravesado al menos un episodio de malestar emocional. Aun así, muchas personas no buscan ayuda por miedo al estigma o por falta de acceso, especialmente en zonas rurales o apartadas. Ansiedad y depresión siguen siendo los diagnósticos más comunes.

La reciente Ley 2460 de 2025 busca facilitar el acceso a atención psicológica, eliminando barreras y promoviendo la salud mental como un derecho fundamental. Pero el verdadero cambio empieza en casa, en el aula, en el trabajo… y sobre todo, en la forma como escuchamos al otro.

Escuchar con empatía: más que oír, acompañarSegún Paloma Carvajalino Suárez, representante del Colegio Colombiano de Psicólogos (Colpsic), escuchar con empatía es una forma de intervención social:

“No se trata de dar soluciones rápidas ni de minimizar el dolor. Se trata de sostener el silencio, validar la emoción y estar presentes con respeto”.

Estos son algunos principios para una escucha empática y efectiva:

  • La regla del 80/20: escucha el 80 % del tiempo y habla solo el 20 %.
  • Reformular sin juzgar: por ejemplo, “entiendo que eso te dolió” en lugar de “no deberías sentirte así”.
  • Silencio activo: no apresurarse a llenar los silencios con consejos.
  • Escucha en tres niveles: captar lo que la persona dice, siente y necesita.
  • Círculos de palabra: espacios seguros donde se comparte sin criticar ni aconsejar.

Lo que no ayuda

A veces, con buena intención, cometemos errores que pueden aumentar el dolor del otro. Algunas frases comunes que es mejor evitar:

  • “Todo pasa”
  • “Sé fuerte”
  • “No es para tanto”

Estas expresiones pueden invalidar el sufrimiento y aislar aún más a quien atraviesa un momento difícil. Empatizar no es cargar el dolor del otro, sino comprenderlo y validarlo.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Aunque la contención emocional es fundamental, hay situaciones donde escuchar no es suficiente. Es necesario acudir a un profesional cuando:

  • El malestar es persistente e interfiere con la vida diaria.
  • Hay pensamientos de muerte o suicidio.
  • Existen autolesiones o consumo de sustancias.
  • Se observa un deterioro emocional o social importante.

Incluso en estos casos, la forma de invitar al otro a recibir ayuda importa. En lugar de decir “debes ir al psicólogo”, es mejor expresar:

“Lo que estás viviendo merece más apoyo del que yo puedo darte. Un profesional puede acompañarte con herramientas específicas”.

Una invitación a cuidar desde la escucha

Este Día Mundial de la Salud Mental, el Colegio Colombiano de Psicólogos recuerda que escuchar sin juzgar es un acto de cuidado profundo. Si alguien te dice “no estoy bien”, evita frases vacías. Mejor pregunta:
“¿Quieres que te escuche?” o “¿Cómo puedo ayudarte?”

Porque en tiempos de crisis, una conversación empática puede salvar una vida.