¿Las personas activas envejecen más lento? Esto reveló un estudio con gemelos en Finlandia

Un grupo de científicos finlandeses exploró si la actividad física sostenida puede influir en el envejecimiento biológico y en la mortalidad a largo plazo. Los resultados, publicados en el European Journal of Epidemiology, muestran que la actividad moderada sí tiene un impacto positivo, pero exceder ciertos niveles no conlleva beneficios adicionales.

Un análisis de más de 20.000 pares de gemelos

La investigación, liderada por la Dra. Anna Kankaanpää, se llevó a cabo en la Universidad de Jyväskylä, Finlandia. Se recopilaron datos de 22.750 gemelos nacidos antes de 1958, analizando su nivel de actividad física durante 15 años (1975, 1981 y 1990), y haciendo un seguimiento de su mortalidad hasta 2020.

Los participantes fueron clasificados en cuatro grupos según su nivel de actividad física en el tiempo libre, medido en equivalentes metabólicos (MET) por día:

  • Personas sedentarias.
  • Actividad moderada.
  • Actividad alta.
  • Actividad muy alta.

De este modo, el equipo pudo comparar cómo estos distintos niveles afectaban la esperanza de vida y el envejecimiento celular.

La actividad moderada prolonga la vida… hasta cierto punto

El hallazgo más llamativo fue que las personas moderadamente activas tenían una tasa de mortalidad un 7 % menor después de 30 años. Sin embargo, incrementar la actividad física más allá de ese punto no proporcionó beneficios adicionales en cuanto a longevidad.

La investigación sugiere una relación en forma de U entre la cantidad de ejercicio y el envejecimiento biológico: tanto quienes se ejercitaban poco como aquellos que lo hacían en exceso presentaban una edad biológica mayor que quienes mantenían niveles moderados.

“El envejecimiento biológico se aceleró en quienes hacían menos ejercicio, pero también en quienes hacían demasiado”, explicó la profesora Elina Sillanpää, del Centro de Investigación en Gerontología (GEREC).

Cumplir las recomendaciones de ejercicio no garantiza vivir más

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere realizar entre 150 y 300 minutos de actividad moderada, o 75 a 150 minutos de actividad vigorosa a la semana. Sin embargo, el estudio no encontró una relación directa entre seguir estas pautas y una menor mortalidad o reducción del riesgo genético de enfermedades.

Incluso al comparar gemelos en los que uno seguía las recomendaciones y el otro no, no se observaron diferencias estadísticamente significativas en cuanto al riesgo de muerte.

“No pudimos confirmar que seguir las recomendaciones de ejercicio reduzca de forma causal el riesgo de enfermedades cardiovasculares ni la mortalidad”, afirmó la Dra. Laura Joensuu.

¿Qué papel juega la edad biológica?

En un subgrupo de gemelos, los investigadores analizaron su edad biológica usando muestras de sangre y los llamados relojes epigenéticos, que detectan el envejecimiento celular a través de la metilación del ADN.

Los resultados indicaron que el grupo moderadamente activo era biológicamente más joven que los otros grupos. En promedio, los muy activos tenían 1,2 años más de edad biológica que los moderadamente activos, y 1,6 años más que los activos.

Limitaciones del estudio y otros factores a considerar

Uno de los aspectos que más destacan los autores es que los estudios observacionales, como este, son susceptibles a sesgos. Factores como el tabaquismo, el consumo de alcohol o enfermedades previas pueden influir en los resultados.

“Una enfermedad subyacente puede reducir la capacidad de hacer ejercicio, lo que eventualmente puede llevar a la muerte. No necesariamente es la falta de actividad la que provoca ese desenlace”, explicó la profesora Sillanpää.

Además, la investigación sugiere que las personas con una salud general favorable también tienden a ser más activas físicamente, lo que complica establecer una relación de causa y efecto entre la actividad física y la longevidad.

El estilo de vida como factor clave

El estudio concluye que no basta con enfocarse únicamente en la cantidad de ejercicio. Un estilo de vida saludable integral, que incluya buena alimentación, descanso adecuado y evitar sustancias nocivas, puede ser más determinante en la salud a largo plazo que simplemente hacer ejercicio intenso.

Así, los investigadores abogan por una actividad física equilibrada, combinada con otros hábitos saludables, como una mejor estrategia para promover el bienestar y retrasar el envejecimiento biológico.

Fuente utilizada:

 Las personas activas envejecen más lentamente: ¿es eso realmente cierto? Un estudio finlandés con gemelos aporta nuevos conocimientos –  Medscape  – 31 de marzo de 2025.