La diabetes tipo 2 no solo implica un control estricto de los niveles de glucosa; también puede causar complicaciones graves que afectan órganos vitales como los riñones y el corazón.
Una de las más preocupantes es la enfermedad renal crónica (ERC), una condición silenciosa que suele detectarse cuando el daño ya es avanzado, requiriendo tratamientos invasivos y costosos como la diálisis.
De acuerdo con cifras médicas, dos de cada cinco personas con diabetes tipo 2 desarrollan enfermedad renal crónica, lo que demuestra la estrecha relación entre ambas patologías.
Cuando los riñones dejan de funcionar correctamente, comienzan a acumularse toxinas en el cuerpo y pueden aparecer señales de alerta como la albuminuria, una alteración que se detecta mediante la prueba UACR (relación albúmina/creatinina en orina).
(Vea también: Cuidar los riñones es vital: el llamado urgente para quienes viven con diabetes tipo 2)
La presencia de albuminuria no solo indica daño renal, sino que también aumenta el riesgo de infarto, muerte cardiovascular e insuficiencia cardíaca, según los especialistas. Por eso, proteger los riñones es también proteger el corazón.
Cómo prevenir la progresión de la enfermedad renal crónica
El doctor Manuel Cueto Chaparro, médico internista y nefrólogo del Hospital Universitario Clínica San Rafael de Bogotá y de la Universidad Libre de Barranquilla, explicó Signos Vitales que el aumento de la prevalencia de la diabetes tipo 2 está directamente relacionado con el incremento del sobrepeso en la población y con una mayor esperanza de vida.
Esto hace que más personas vivan más años, pero con enfermedades crónicas no transmisibles, entre ellas la ERC.
El especialista enfatizó que la enfermedad renal crónica no presenta síntomas en sus primeras etapas, lo que dificulta su diagnóstico temprano. Por eso, recomienda realizarse exámenes periódicos que evalúen la función renal y cardiovascular. “Detectarla a tiempo puede evitar llegar a una diálisis, que impacta notablemente la calidad de vida de los pacientes”, aseguró.
Exámenes esenciales y nuevas terapias
La prueba UACR es uno de los métodos más eficaces para detectar daño renal en etapas tempranas, incluso antes de que el análisis de sangre tradicional, conocido como TFGe (tasa de filtración glomerular estimada), revele alteraciones. Ambas pruebas son complementarias y permiten una visión más completa del estado de los riñones.
Además, existen tratamientos modernos que ayudan a retrasar la progresión de la enfermedad renal crónica asociada a la diabetes tipo 2.
Estos medicamentos actúan protegiendo los riñones de la inflamación y la fibrosis, dos procesos que también pueden dañar el corazón. No obstante, el tratamiento debe mantenerse de forma continua y bajo estricta supervisión médica, ya que la ERC es una condición crónica.
Recomendaciones para cuidar los riñones y el corazón
- Realice controles regulares de su función renal y cardiovascular.
- No suspenda sus medicamentos sin la autorización de su médico.
- Mantenga una dieta balanceada, baja en sodio y azúcares añadidos.
- Haga ejercicio regularmente y procure una buena hidratación.
- Consulte con su médico sobre nuevas terapias que complementen su tratamiento.
El compromiso con el tratamiento y los controles periódicos son esenciales para mantener la salud a largo plazo. Cuidar los riñones no solo previene complicaciones, sino que mejora la calidad de vida.
Importancia de la donación renal
El doctor Cueto también recordó que existen dos tipos de trasplante de riñón: el de donante vivo (generalmente familiares) y el de donante fallecido. Actualmente, en Colombia hay listas de espera de dos a tres años con cerca de 3.000 pacientes, por lo que el especialista hace un llamado a fomentar la cultura de donación y así salvar más vidas.
Factores de riesgo a tener en cuenta
- Hipertensión arterial.
- Diabetes.
- Sobrepeso.
- Colesterol alto.
- Cálculos renales recurrentes
Prevenir la enfermedad renal crónica es posible con educación, seguimiento médico y hábitos saludables. Actuar a tiempo marca la diferencia entre vivir con calidad o depender de un tratamiento invasivo.



