Mamoplastia de aumento en Colombia: beneficios y cifras

Mamoplastia de aumento: una transformación física y emocional que va más allá de lo estético

La mamoplastia de aumento se ha consolidado como uno de los procedimientos quirúrgicos más comunes, tanto en Colombia como en el mundo. Más allá del cambio estético evidente, para muchas mujeres esta intervención representa una oportunidad de reconexión con su imagen personal, autoestima y bienestar emocional. Se trata de una experiencia profundamente transformadora que va más allá de lo físico, convirtiéndose en un proceso de sanación y empoderamiento.

El Dr. Julián Zúñiga, cirujano plástico, estético y reconstructivo, y jefe del servicio de cirugía plástica de la Fundación Valle de Lili, explica que muchas pacientes buscan este procedimiento como parte de un proceso de bienestar integral. “Es muy frecuente que las personas busquen este tipo de procedimiento como parte de un proceso de bienestar emocional, y numerosos estudios demuestran que las cirugías estéticas tienen impactos positivos en la autoestima y confianza de los pacientes que se someten a estas”, afirma.

Según datos de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS), en 2023 se practicaron más de 1,8 millones de aumentos mamarios en el mundo. En Colombia, este procedimiento ocupó uno de los primeros lugares en frecuencia, con un total de 63.204 cirugías registradas en 2022. Las razones para optar por una mamoplastia de aumento son diversas: desde motivos personales y estéticos, hasta procesos de reconstrucción mamaria luego de una mastectomía por cáncer de mama.

Un aspecto clave de este tipo de intervención es su impacto emocional. Estudios recientes revelan que el 73 % de las mujeres que se sometieron a este procedimiento manifestaron sentirse nuevamente como una persona “completa”, mientras que un 26 % reportó mejoras en su seguridad dentro de entornos sociales. Asimismo, un 8% indicó sentirse significativamente más atractiva tras la cirugía. Estos datos reflejan cómo un cambio físico puede detonar mejoras emocionales duraderas.

Las razones detrás de la decisión de someterse a una mamoplastia de aumento son variadas. Algunas mujeres buscan corregir asimetrías, otras recuperar el volumen perdido luego de la lactancia o tras una mastectomía. Para muchas, el procedimiento responde a una necesidad emocional profunda: recuperar la autoestima, sentirse cómodas con su imagen corporal y mejorar la calidad de sus relaciones personales. De hecho, un estudio publicado en el Aesthetic Surgery Journal revela que el 48% de las pacientes se sometieron a esta cirugía por razones emocionales, y un 22 % por aspectos íntimos y personales.

En un seguimiento hecho a más de 200 pacientes, el 97 % reportó una mejora significativa en su autoestima incluso cinco años después de la intervención. Estos resultados evidencian que, cuando se hizo de forma segura, informada y con acompañamiento profesional, la cirugía puede convertirse en una herramienta poderosa de bienestar integral.

“El paciente consigue su objetivo que es verse bien, sentirse bien, y esto lleva a mejorar su autoestima, lo que también impacta en su confianza personal”, asegura el Dr. Zúñiga. Sin embargo, enfatiza que esta es una decisión que debe tomarse de manera consciente y responsable, tanto desde lo médico como desde lo emocional.

Antes de someterse a una mamoplastia, es esencial que cada persona reflexione sobre sus verdaderos motivos, establezca expectativas realistas y se informe adecuadamente. La conexión con el especialista, así como el acompañamiento durante todo el proceso, son fundamentales para lograr una experiencia segura, positiva y transformadora.