Informe de Salud Pública 2025 en Colombia: retos y prioridades

La salud pública en Colombia en 2025: avances, alertas y desafíos desde una mirada integral

Colombia atraviesa un momento decisivo en materia de salud pública. La convergencia de transiciones epidemiológicas, demográficas, sociales y ambientales plantea nuevos retos para el sistema de salud, que deben ser enfrentados desde una perspectiva integral. En este contexto, el centro de pensamiento Así Vamos en Salud presenta su Informe Anual de Salud Pública 2025, un documento clave que analiza los eventos trazadores más relevantes del último año, con base en cifras oficiales y una mirada territorial e intersectorial.

El informe evidencia la urgencia de abandonar enfoques fragmentados en favor de estrategias que reconozcan la complejidad de los determinantes sociales, económicos, culturales y ambientales de la salud. Desde esta perspectiva, se identificaron seis ejes prioritarios y un eje transversal que recoge las voces de los territorios más afectados.

1. Salud materno-infantil: avances con profundas brechas en la salud pública

Aunque se han logrado avances en la reducción de la mortalidad infantil y perinatal, subsisten graves desigualdades regionales. La Guajira, por ejemplo, sigue enfrentando altos niveles de desnutrición infantil, una de las principales causas de muerte en menores de cinco años. Entre 2005 y 2023, la mortalidad perinatal disminuyó un 56 % y la infantil un 50 %, mientras que la desnutrición pasó de 14,87 a 8,78 casos por cada 100.000 niños. Sin embargo, los datos preliminares de 2024 exigen cautela en su interpretación. La mortalidad materna también muestra una tendencia a la baja tras el alarmante pico registrado durante la pandemia.

2. Enfermedades transmitidas por vectores: una amenaza en ascenso

En 2024, el dengue alcanzó su mayor pico histórico en Colombia, con más de 320.000 casos, incluidos 3.000 graves, impulsados por condiciones climáticas como El Niño. Este brote representó un aumento del 154 % frente al año anterior. Además, en 2025 se declaró emergencia sanitaria por fiebre amarilla, con 93 casos y 37 muertes concentradas en Tolima y Putumayo, lo que evidencia una creciente vulnerabilidad en varias regiones.

3. Enfermedades respiratorias: persistencia de la tuberculosis en la salud pública

La tuberculosis reportó 21.418 casos en 2024, un aumento del 6 % respecto a 2023. Aunque los casos de COVID-19 disminuyeron considerablemente en 2025, con 4.495 contagios y 74 muertes hasta la semana 28, la circulación de la variante JN.1 mantiene a las autoridades en alerta.

4. Enfermedades transmitidas por agua y alimentos: señales mixtas en la salud pública

La enfermedad diarreica aguda (EDA) en menores de cinco años mostró una leve disminución en 2024, aunque la tendencia aún es incierta. Desde 2005, los casos han disminuido en un 68 %, aunque este ritmo de mejora se ha desacelerado en los últimos años, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de los avances.

5. Infecciones de transmisión sexual: preocupaciones persistentes

El aumento del VIH, especialmente entre adultos jóvenes en zonas urbanas, sigue siendo motivo de preocupación, pese a una leve reducción en la mortalidad. La sífilis gestacional y congénita, con más de 9.840 casos reportados en 2024, continúa reflejando fallas estructurales en el acceso a controles prenatales.

6. Enfermedades prevenibles por vacunación: cobertura insuficiente

En 2024, el cáncer de cuello uterino cobró la vida de 1.954 mujeres. Aunque es prevenible con la vacuna contra el VPH, la cobertura en Colombia es apenas del 60 %, muy por debajo del 90% recomendado por la OMS. Además, el monitoreo de vacunas esenciales como sarampión o hepatitis B se ha visto afectado por la falta de información del Ministerio de Salud y del Instituto Nacional de Salud.

7. Entre la experiencia y la evidencia: el valor de lo territorial

El informe también da voz a líderes comunitarios de Soledad, Maicao, Sibundoy y Ciénaga. Sus testimonios revelan cómo las comunidades enfrentan las enfermedades en contextos específicos marcados por la cultura, el territorio y la falta de respuesta institucional oportuna. Esta dimensión humana y territorial es clave para construir un sistema de salud verdaderamente sensible a las realidades locales.

El Informe Anual de Salud Pública 2025 no es solo una compilación de cifras. Es una herramienta para repensar las políticas de salud desde una ciudadanía informada, con enfoque integral, intersectorial y territorial. Colombia necesita una vigilancia activa, decisiones basadas en evidencia y un sistema que priorice los determinantes sociales de la salud. El desafío está planteado.