Lactancia materna podría prevenir 800.000 muertes infantiles

Invertir en la lactancia materna: una deuda pendiente con la infancia en Colombia

En el contexto de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que este año se celebra bajo el lema ‘Invertir en la lactancia materna es invertir en el futuro’, se hace un llamado urgente a gobiernos y sociedad civil para fortalecer el compromiso con esta práctica vital.

Aunque Colombia ha logrado avances en sus indicadores, todavía enfrenta grandes desafíos para garantizar la salud y nutrición de los recién nacidos.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una cobertura óptima de lactancia materna exclusiva podría prevenir hasta 800.000 muertes infantiles cada año en el mundo. En América Latina y el Caribe, solo el 43 % de los lactantes menores de seis meses reciben lactancia exclusiva, un dato alarmante frente al promedio mundial del 48%.

En Colombia, el 36 % de los bebés mantiene lactancia exclusiva hasta los seis meses y apenas el 56% recibe el primer pecho en la primera hora de vida, pese a que este momento es clave para su supervivencia.

En respuesta a esta situación, Colombia ha adoptado medidas legales importantes. La Ley 2361 de 2024 establece la creación de una Política Pública Nacional de Lactancia Materna y promueve los bancos de leche humana.

Por su parte, la Ley 2458 de 2025 impulsa la construcción de una “Comunidad Lactante”, a través de redes de apoyo, rutas de atención preventiva en salud y la certificación de espacios amigables con la lactancia.

Los beneficios de la lactancia materna son indiscutibles. Los bebés amamantados muestran mejor rendimiento cognitivo, menor riesgo de sobrepeso, obesidad y enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2.

Las madres también se ven beneficiadas, al reducir su riesgo de hemorragias posparto, cáncer de mama y ovario, así como enfermedades cardiovasculares.

Asimismo, los estudios señalan que la lactancia materna temprana reduce significativamente el riesgo de mortalidad neonatal y enfermedades infecciosas, como diarreas. Por el contrario, la alimentación artificial o mixta incrementa el riesgo de enfermedades y muerte prematura en bebés.

El rol del entorno laboral y social en la lactancia materna

La protección de la maternidad es fundamental para garantizar una lactancia exitosa. Normativas como la Resolución 2423 de 2018 del Ministerio de Trabajo obligan a empleadores a disponer de salas de lactancia, incluso en contextos de teletrabajo.

Actualmente, existen más de 350 salas certificadas y un piloto virtual para acompañar a madres que trabajan desde casa.

Además, el cumplimiento de convenios internacionales, como el Convenio N.º 183 de la OIT sobre protección de la maternidad, es esencial para que las mujeres no tengan que elegir entre lactar y mantener su empleo. Colombia, por ejemplo, ya reconoce dos descansos diarios de 30 minutos para lactar hasta los seis meses.

En cuanto a la gestión de seguridad y salud en el trabajo (SG-SST), la OIT recomienda evaluar riesgos específicos para mujeres gestantes y lactantes. Países como Finlandia ya aplican medidas como la reubicación con subsidios. En Colombia, se avanza en la inclusión de la lactancia dentro de las matrices de peligros laborales, aunque aún falta mayor implementación.

Un compromiso con el futuro de la lactancia materna

Para la Corporación para el Desarrollo de la Seguridad Social (CODESS), promover la lactancia materna es clave para garantizar los derechos fundamentales de madres e hijos.

Invertir en esta práctica no solo salva vidas, sino que contribuye a cerrar brechas sociales, reducir la malnutrición y fomentar la igualdad de oportunidades desde los primeros días de vida.

En conclusión, aunque Colombia avanza, aún queda camino por recorrer. La lactancia materna debe ser una prioridad de salud pública y desarrollo social, no solo durante una semana al año, sino como una política permanente que garantice el bienestar de las futuras generaciones.